Dima al-Wawi, una niña de 12 años, ha vuelto con su familia en Cisjordania tras pasar dos meses y medio en una cárcel israelí. Es la prisionera palestina más joven de la historia de Israel. Le condenaron por planear supuestos apuñalamientos contra soldados. Una escandalosa sentencia tras unos interrogatorios en los que la pequeña no tuvo ni abogado ni a sus padres.
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Al fin salía de prisión, pero Dima no tenía ánimos para reír. En la cárcel, entró una niña de 12 años y ahora sale como exconvicta dos meses y medio más tarde. Así, se ha convertido en la presa más pequeña de la historia de Israel.
Al llegar a su barrio, le esperaba un homenaje por todo lo alto. Ella, al fin mostraba su tímida sonrisa. Sus palabras, no son las de una asesina en potencia, sólo las de una niña. "En la cárcel echaba de menos a mi familia, a mis amigos y a mi pupitre del colegio", asegura Dima.
Dima fue condenada por llevar un cuchillo en una colonia judía cuando iba al colegio. No intentó agredir a nadie, pero simplemente que llevara el arma bastó. La ley israelí impide encarcelar a un menor de 14 años, pero ella, como palestina de Cisjordania, sólo tiene derecho a la justicia militar.
Su encarcelamiento levantó una oleada de indignación. Condenada a cuatro meses de prisión, sale tras una apelación después de pasar 76 días entre rejas. Por fin puede dormir en su habitación, llena de globos, y tratar de retomar los últimos coletazos de una infancia que nadie le debió arrancar.
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