El asqueroso aspecto que presenta el Tajo antes de cruzar a Portugal
La contaminación de las aguas por los residuos urbanos mal depurados y por los fertilizantes agrícolas, combinada con el estancamiento de las aguas por el escaso caudal del río y las altas temperaturas, dejó al embalse extremeño de Cedillo con un aspecto bochornoso
El aspecto nauseabundo del Tajo no es solo cosa de Toledo y Talavera. En los últimos días se ha dado una situación llamativa y triste en el último embalse del río antes de cruzar la frontera de Portugal. El pantano de Cedillo, tras el cual “el Tajo” ya es “o Tejo”, apareció con un manto de algas a finales del mes de marzo. El exceso de nutrientes –un valor de fósforo tres veces superior al límite legal– hizo que las algas proliferasen y cubriesen hasta 60 hectáreas del embalses, según el Movimiento ProTEJO.
Es el fenómeno conocido como eutrofización, que es provocado por los vertidos residuales con exceso, sobre todo, de nitrógeno y fósforo. En el caso de los fosfatos suelen ser originados por los residuos urbanos, principalmente por los detergentes, y también de los residuos industriales. En el caso de los nitrógenos pueden provenir de los fertilizantes que se usan en agricultura, de los excrementos de los animales, así como de los residuos forestales y la contaminación atmosférica.
El Movimiento ProTEJO denunció este hecho y apuntó en el origen de esta contaminación a los “nutrientes de los fertilizantes agrícolas y los vertidos sin el tratamiento adecuado de las aguas residuales, combinado con caudales reducidos y altas temperaturas”.
La eutrofización provoca que las aguas se queden sin oxígeno porque lo han consumido las algas. Además aporta gran cantidad de materia orgánica que se convierte en fango. Esto merma en buena parte la calidad de las aguas, cuestión que puede devenir en un olor nauseabundo y puede afectar a las especies acuáticas, las cuales se quedan sin oxígeno que respirar. Su olor puede causar problemas respiratorios e ingerir el agua puede causar problemas de salud.
El embalse de Cedillo ocupa superficie de 1.400 hectáreas y tiene una capacidad de 260 hectómetros. El propio pantano es frontera entre España y Portugal, como así ocurre con el Tajo en los kilómetros anteriores al embalse. Aguas abajo del pantano ya deja de ser la línea fronteriza y el Tajo ya es plenamente portugués, a quienes les hemos dejado el río con este lamentable aspecto.
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