Tres infiltrados pusieron en peligro sus vidas y utilizaron celulares para filmar un distrito colmado de proclamas terroristas y objeto de un férreo control.
Pintadas afines a grupos terroristas, críticas a Occidente, banderas, férreos controles, destrucción… Todo esto y mucho más es lo que se vive a diario en la provincia siria de Idlib, en el noroeste del país, dominada por Al Qaeda y Al Nusra, tal y como han tenido ocasión de comprobar tres personas encubiertas que pusieron en riesgo su vida para filmar todo lo que hallaron a su alrededor.
Pintadas afines a grupos terroristas, críticas a Occidente, banderas, férreos controles, destrucción… Todo esto y mucho más es lo que se vive a diario en la provincia siria de Idlib, en el noroeste del país, dominada por Al Qaeda y Al Nusra, tal y como han tenido ocasión de comprobar tres personas encubiertas que pusieron en riesgo su vida para filmar todo lo que hallaron a su alrededor.
“Hasta ahora el mundo hablaba de Idlib, pero mi historia llega desde Idlib. Incluye videos increíbles que muestran la realidad del lugar”, cuenta Jenan Moussa, periodista del canal árabe Al Aan TV, que emitió las imágenes. “Envié tres fuentes encubiertas a Idlib, zona controlada por Al Qaeda”, relata Moussa al presentar el documental ‘Encubierto en Idlib’ que —recalca— muestra “imágenes únicas sin censura“.
Sometidos al riesgo constante de ser descubiertos, registrados o asesinados, los tres informantes lograron tomar imágenes de grupos aliados de Al Qaeda, así como de “una unidad uzbeka en acción en el campo de batalla”, de “banderas de Al Qaeda” y de algunas de las muchas pintadas que cubren las paredes con “eslóganes extremistas” de Al Nusra, para demostrar “quién tiene el poder”, y en contra de Occidente. Incluso en Kafrenbel, considerado un lugar dominado por moderados, los mensajes a favor de Al Qaeda destacan en la mayoría de los muros.
Los infiltrados solo encontraron alguna manifestación de repudio a los terroristas en la ciudad de Maarat an-Numan y en las paredes de otros distritos.
Los terroristas
Contactos internos también permitieron a los infiltrados acceder a videos de los miembros de Al Nusra en situaciones comunes, como cuando se reúnen a comer y a beber rodeados de restos humanos, así como de otros momentos de ‘trabajo’, como cuando trasladan a los detenidos comunes.
Mientras tanto, los presos políticos son alojados en una cárcel subterránea conocida como Al-Oqab, dirigida por un joven de 17 años, donde la tortura es moneda corriente.
Un sitio hostil para la prensa
“Como periodistas es casi imposible entrar en Idlib. Allí los periodistas son secuestrados, asesinados o ambas cosas. Incluso los activistas de la oposición viven en peligro y están bajo constante amenaza por los grupos extremistas armados”, explica Moussa. Según la periodista, sus fuentes, que son “pro opositores”, se mostraron de acuerdo en protagonizar “este viaje misterioso” que se extendió por espacio de tres meses por varias ciudades de la provincia.
Aunque las imágenes “están movidas”, permitirán obtener una “cuadro real de la situación”, comenta. “El riesgo era enorme”, porque si los hubieran descubierto filmando en secreto con el celular “los habrían asesinado”, continúa la descripción.
Cada acción representaba para los tres enviados un gran peligro, por lo que cada vez que filmaban algo se acercaban a la frontera turca para enviar las imágenes a Moussa.
Así se logró realizar este documental que muestra el día a día de una provincia bajo estricto control de los terroristas.
VÍDEO
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